Canal+ estrenó este lunes una megaproducción. Quizás no lo parezca. Quizás no haya efectos especiales ni sangre. Pero, ya sin estrenarse, se convirtió en Historia de nuestra televisión. Y es que, aunque en ocasiones nos hayamos avergonzados, vemos series españolas.
“Para dentro, Romerales” es uno de mis primeros recuerdos de este genial invento llamado televisión. Forman parte de mi vida Concha Cuetos y Carlos Larrañaga. Y es que, tras más de 15 años, me sigo acordando de su cabecera, su música singular, y también de su puerta, su rebotica. De todo de aquella mítica Farmacia de Guardia.
Incluso, en el último capitulo, antes de la no-boda entre Lourdes y Adolfo aparece un médico amigo de ésta. Es Nacho Martín. Si, es Emilio Aragón. Cuantas veces habremos pensado que aquel chalet era nuestra casa, y que teníamos una mujer que nos hacia la comida, aunque estuviese todo el día gritando como hacia La Juani. Que de momentos nos dio. ¡¡Incluso Ricky Martin ayudó a parir a Lydia Bosch en un ascensor!!
Pero, ahora que pienso… El novio en la ficción de Luisa Martín era Hipólito… y me suena su cara de algo… Sería “Fructuoso” para mi acordarme…
Porque un 40% de share vio en el año 2003 como Santiago, el hermano mayor de Diego Serrano volvía a examinarse del carné de conducir. Ese Diego Serrano que se casó con Lucía, y de repente hacían sumas inverosímiles (¿1+1 son 7?, ¿enserio?). Más de uno, hemos descubierto gracias a Los Serrano lo que era el incesto, incluso “Sodoma y Gomorra”… y yo solo era un inocente niño. Pero, ¿creéis que voy a mencionar el final? Estáis equivocados…
Para hacerse una idea del poder de la familia Serrano, se inventó el término Serranazo: estreno que ponía en la competencia, estreno truncado por la familia jamonera. Que se lo digan a Juan Cuesta y Emilio Delgado, como lo tuvieron que sufrir.
Porque en la Calle Desengaño 21 no había quien viviese. Aunque admito una cosa, me hubiese encantado tener de vecinas a Concha, Vicenta y Marisa. En mi casa hay una mirilla digital en su honor. Qué pena que acabasen mudando al Mirador de Montepinar. Por lo menos conocieron a Antonio Recio, ese personaje que, desde que gritó en plena Nochevieja, a todos los presentes en la madrileña Puerta del Sol aquello de “a trabajar, ¡¡vagos hijos de puta!!, se ha convertido en mi ídolo eterno.
¿Sabéis que Don Benito es un pueblo? Porque Manolo Jumilla Pandero se lo sabe de memoria. Que pesado era Benito Lopera Perrote con ello… Cuanto rencor guardaran sus clientes, con tanta chapuza. Siempre quedará el “hop, hop, hop” del refinado Tino.
Y para hablar de misterios, que mejor que “El Internado”. ¡Cuánto prometía esa serie! Incluso la incursión de los nazis le dio un plus adicional. Pero ni con esas… Chavales hormonados dando vueltas en un circuito cerrado. Espero que Globomedia haya aprendido la lección, y se le ocurra algo diferente, y distintos actores para no liar al público. Quizás una serie desarrollada en un barco con Charli Javi Juanjo Artero. ¡Sería una gran novedad!
Pero para misterio, el de Motivos Personales. Nunca una serie pudo enganchar tanto como aquella. Como nos engañaban. Incluso Tele5 habilitó un número de teléfono al cual llamar para intentar adivinar quien era el malo. ¿Fue o no novedosa? Concha Velasco haciendo de mala es digno de Goya.
Da la casualidad de que Concha Velasco fue, una temporada, la directora del colegio Azcona. Quimi y Valle, entre otras cosas, me hicieron saber con 12 años lo que era el VIH y lo que significaba. Ni médicos, ni charlas con padres ni leches. Además, quién no lloró con la muerte de Beatriz Carvajal, incluso más que con la de Marcial (siendo el penúltimo capítulo de Médico de Familia, que puñetera necesidad había de matar a alguien. ¡¡¡Que era una serie familiar por favor!!!)
Y qué no decir de Ruben Bertomeu (Pepe Sancho, en gloria estés), capaz de enseñar mas sobre la corrupción que Piqueras y Prats juntos.
En fin, los recuerdos nos inundan con muchas series, pero seamos sinceros, por mucho Dexter y Breaking Bad que nos apasione, y pese a los capítulos de una hora y 20 minutos, estas ficciones españolas, que genialmente menciona cada lunes Canal+1, nos han enseñado y divertido mucho a lo largo de nuestras vidas.
PD OFF TOPIC: Quisiese hacer un simple inciso, sin tener nada que ver con mi tema inicial. Me he puesto en contacto vía twitter (para el que quiera, @jevial) con Fox Crime España para quejarme y preguntar por el maltrato que han hecho a Dexter Morgan, a falta de 5 capítulos de su episodio final. Su respuesta, mediante DM fue: “Hola, Dexter se emite actualmente los domingos por la noche en FOX CRIME: Gracias!”
¡Que vergüenza! Luego vamos todos corriendo a quejarnos de que en Tele5 y Antena3 tratan mal las series. Peor es esto, que es una televisión de PAGO. Una serie que tienen desde la cuarta temporada, faltando 5 míseros capítulos para el final. Pero no final de temporada, sino final de serie, la relegan de madrugada, con nocturnidad y alevosía. Vergüenza.